domingo, 29 de junio de 2014
viernes, 27 de junio de 2014
La fe ante la ciencia y la técnica
A lo largo de la historia ha habido una vinculación muy estrecha entre ciencia y religión, hasta la Edad Media. Tanto una como la otra buscaban profundizar en el conocimiento de las cosas y mejorar la calidad de vida de las personas, pero es en esta época cuando las dos se distancian y comienzan las incomprensiones.
En la Edad Media
La Iglesia católica fue el más poderoso pilar de la sociedad en la época feudal. Tuvo influencias profundas en todos los órdenes de la vida del medioevo.
La autoridad religiosa contaba para asegurar su autoridad, con dos instrumentos: la Excomunión, por la cual podía excluir de su seno a quienes no la obedecieran, y la Inquisición, cuyos tristemente famosos tribunales, realizaban juicios a los sospechosos de herejías que eran condenados a penas crueles, como la muerte en la hoguera.
El predominio cultural del clero (sacerdotes, obispos y cardenales), casi la única clase letrada durante la Edad Media. Los campesinos, por lo agobiador de su trabajo, y los nobles, por su poca preocupación para la vida del espíritu, fueron, en su mayoría, analfabetos. En aquellos años ser laico (no miembro formal de la Iglesia) era estar al margen del saber letrado.
El clero se dividía en secular y regular. El secular estaba conformado por miembros de la Iglesia que vivían mezclados con los laicos: el Papa, los arzobispos, los obispos y los párrocos. Éstos últimos se hallaban al mando de pequeños distritos llamados parroquias. Varias parroquias formaban una diócesis, cuyo jefe era un obispo, y varias diócesis formaban una arquidiócesis, dirigida por un arzobispo; el segundo se organizó en Occidente a partir del siglo VI. A diferencia del clero secular, sus miembros optaron por aislarse del mundo y vivir en monasterios regidos por un abad. Seguían, además unas reglas específicas. En Occidente, el monacato lo inició San Benito de Nursia, quien fundó la orden benedictina. Su regla se basaba en el lema ora et labora, es decir, “reza y trabaja”.
En el siglo XI, el Papa Gregorio VII, realizó una reforma religiosa para fortalecerla, e imponer la autoridad del Papa sobre cualquier otro poder, además de dotar a la iglesia de un cuerpo legal propio, que originó el Derecho Canónico. Esto enfrentó a la autoridad eclesiástica con el Emperador por el poder, en la Querella de las Investiduras, hasta la firma del Concordato de Worms, en el siglo XII, donde se definieron las atribuciones de ambos poderes.
-Características de la Edad Media
-Características de la Edad Media
- Educación de tipo dogmática
- Visión teocéntrica de la vida: Dios es el centro de la cultura y todo pasa por voluntad de Dios
- El modelo de ser humano que se pretende es el creyente por tanto no cuestiona
- Presencia de instituciones en contra de la innovaciones tecnológicas, como la santa inquisición.
- Estancamiento de la actividad cultural
- Las escuelas eras monásticas y orientadas a la educación basada en la fe, la educación media y superior era dirigida solo a los clérigos.
- Presencia de instituciones en contra de la innovaciones tecnológicas, como la santa inquisición.
- Modelo de sociedad aristocrático monárquico que como método de opresión usaban la religión
- Basado en el sistema económico feudal
En la Edad Moderna
Durante los siglos XV y XVI termina la denominada Edad Media y comienza lo que se conoce como Edad Moderna, una época muy especial en la cual se dio un cambio en la mentalidad cultural y política de la población europea, que luego se expandirá a otros lugares del mundo. Entre estos están:
Nuevas formas de pensamiento: el movimiento filosófico del Humanismo revaloriza el rol del hombre, se ocupa de la “vida terrenal”, dejando de lado la “vida eterna” (centro del pensamiento medieval). Se expresa artísticamente a través del Renacimiento.
Avances de la ciencia basados en la experimentación y la observación, que entran en conflicto con el dogma cristiano. Persecución de la Iglesia a muchos científicos.
Reforma Protestante, cuestiona el dogma cristiano y la institución de la Iglesia. El pensamiento protestante se extiende por Europa generando conflictos políticos, sociales y guerras. La cristiandad queda dividida en diferentes iglesias (católica, protestante, anglicana, calvinista).
La Iglesia responde a estos nuevos pensamientos y cuestionamientos a través de la “contrarreforma”católica, una serie de medidas que, por un lado, buscan reforzar el dogma y la organización eclesiástica, y por otro, perseguir y reprimir a quienes piensen diferente.
- Educación basada en la duda y en el surgimiento de la investigación
- Antropocentrismo: el ser humano es el centro de la cultura; es dueño de su vida y de su libertad
- El modelo de ser humano que se busca es el pensante, capaz de analizar y comprobar los fenómenos
- Reconstrucción cultural, surgimiento de la artes y de las ciencias
- Innovaciones y creaciones de tecnológicas como la brújula, el astrolabio, el postularios, embarcaciones, armas, etc. Que propiciaron los avances científicos
- Surgimiento de un nuevo sistema económico: acumulación de capital
- Resurgimiento de un sistema de gobierno republicano, basado en las libertades y desarrollo de las potencialidades individuales.
- Surgimiento de las escuelas laicas, acceso a la educación no solo a clérigos si no a ciudadanos comunes.
En la Actualidad
La ciencia y la religión son dos de las grandes visiones del mundo, las cuales se pueden ver desde tres enfoques diferentes
Enfoque histórico
Tanto la religión como la ciencia son fenómenos culturales que han estado presentes a lo largo de la historia desde la más remota antigüedad. Un interés especial tiene la relación entre el cristianismo y la ciencia, ya que la ciencia moderna nace precisamente en el occidente cristiano.
Esta relación comienza con los primeros autores cristianos del siglo III y se continúa a lo largo del tiempo hasta nuestros días. A veces se simplifican y se presentan conclusiones erróneas sobre esta relación al no tenerse en cuenta cómo ha discurrido a lo largo de la historia. El enfoque histórico es, por lo tanto, imprescindible para llegar a una visión correcta del problema.
Enfoque epistemológico
La religión y la ciencia constituyen formas de acercamiento a la realidad, es decir, formas de conocimiento con distintas peculiaridades. Es, por lo tanto, importante estudiar la distinta naturaleza de cada una de ellas y la relación que puede establecerse entre el conocimiento científico y el conocimiento religioso. Esta reflexión pertenece al campo de la filosofía.
La reflexión filosófica y en concreto la epistemológica es imprescindible para establecer las relaciones entre ciencia y religión como formas de conocimiento. Fe y experiencia religiosa forman el fundamento del conocimiento religioso que se formaliza en la teología, mientras el conocimiento científico está formado por un marco formal de leyes y teorías, relacionadas con una base empírica de experimentos y observaciones. Establecer claramente la naturaleza y los límites de estos dos tipos de conocimiento es fundamental para poder establecer correctamente la relación entre ambos.
Enfoque sociológico
La religión y la ciencia son además fenómenos sociales. Su aspecto sociológico es, por lo tanto, muy importante para conocer las relaciones entre ellas. Este aspecto es menos conocido y pocas veces se tiene en cuenta. Ciencia y religión forman dos sistemas sociales complejos que agrupan experiencias individuales y colectivas y que tienen sus normas y patrones de comportamientos que resultan en la formación de comunidades con un tipo de estructura y lenguaje propio.
Ambas comunidades interaccionan con la sociedad general en claves que pueden ser de aceptación, rechazo, prestigio e influencia con las consecuentes interacciones entre ellas. La afirmación de posiciones de influencia social ha resultado, a veces, en confrontaciones entre ellas. La incidencia normativa de la religión en los comportamientos, que desemboca en propuestas éticas, interacciona con la práctica de la ciencia, que no puede ser ajena a los problemas éticos que en ella pueden surgir. La preocupación cada vez mayor de la sociedad por los problemas éticos relacionados con la ciencia abre hoy nuevos campos de relación de esta con el pensamiento religioso.
Ciencia y religión ¿compatibles o incompatibles?
Se las considera como dos visiones contrapuestas del mundo, que no pueden menos que chocar siempre entre sí. No solo esto, sino que cada una de ellas niega la validez de la otra. Hoy, además, se mantiene que solo la visión de la ciencia puede ser la verdadera, con lo que la visión religiosa tiene que ir poco a poco desapareciendo. Desde este punto de vista, el avance de la ciencia implica siempre un retroceso de la religión. Para apoyar esta posición se hace a menudo una interpretación sesgada de la historia y se traen siempre los mismos casos de Galileo y Darwin.
Aunque se hace retroceder esta posición hasta los orígenes de la ciencia moderna, indicando con ello que la ciencia misma no puede más que estar en conflicto con la religión, en realidad empieza en el siglo XIX, aunque se pueden encontrar algunas raíces en el XVIII. Dos libros publicados por John W. Draper y Andrew D. White a finales del siglo XIX contribuyeron de una manera especial a extender esta postura.
Draper, sobre todo, dedica sus ataques más furiosos contra la Iglesia católica de la que dice que el cristianismo católico y la ciencia son absolutamente incompatibles. Estos dos libros han pasado a representar la postura que mantiene la incompatibilidad y el conflicto inevitable entre ciencia y religión.
Después de la segunda guerra mundial se da un cambio en estas posturas. Por un lado, se empieza a dar un abandono de la euforia cientificista que había favorecido la idea de la incompatibilidad y el conflicto inevitable entre la ciencia y la religión. De la admiración sin límite de la ciencia se fue pasando a una mirada más crítica y aun a un cierto recelo, causado por el peligro a algunas de sus consecuencias.
Por otro lado, los nuevos estudios históricos han mostrado que muchos de los argumentos usados por Draper y White no tienen una seria base histórica. Las relaciones entre la ciencia y la religión a lo largo de la historia han sido complejas y no se pueden reducir a las de su absoluta incompatibilidad y continuo conflicto.
Numerosos estudios de tipo histórico en los últimos años, que tocan temas tan delicados como las épocas de Galileo y Darwin, han demostrado bastante claramente que ni solo el necesario conflicto ni la continua armonía reflejan las complejas relaciones entre ciencia y religión. Se trata de dos visiones autónomas del mundo entre las que debe establecerse un fructuoso diálogo y que pueden considerarse como complementarias.
Por otro lado, los nuevos estudios históricos han mostrado que muchos de los argumentos usados por Draper y White no tienen una seria base histórica. Las relaciones entre la ciencia y la religión a lo largo de la historia han sido complejas y no se pueden reducir a las de su absoluta incompatibilidad y continuo conflicto.
Numerosos estudios de tipo histórico en los últimos años, que tocan temas tan delicados como las épocas de Galileo y Darwin, han demostrado bastante claramente que ni solo el necesario conflicto ni la continua armonía reflejan las complejas relaciones entre ciencia y religión. Se trata de dos visiones autónomas del mundo entre las que debe establecerse un fructuoso diálogo y que pueden considerarse como complementarias.
Conclusión
La ciencia y la religión desde tiempos antiguos han influido en la vida de las personas hasta la actualidad en estilo de pensar, actuar y de vivir, la mayoría de las veces terminan en conflicto una con otra y a veces por errores que en esos momentos no pudieron ver; sin embargo se relacionan entre sí de una manera no muy directa, en varios momentos aprenden una cosa u otra entre ellas.
Bibliografía
viernes, 6 de junio de 2014
El Humanismo de inspiración cristiana
El humanismo de inspiración
cristiana
Nos
preguntamos ¿qué es y en qué consiste el humanismo cristiano? El humanismo, en
general, es una doctrina y una actitud cultural, de origen grecolatino y
renacentista, que reivindica la dignidad, los derechos, las libertades, el
desarrollo y el progreso de los seres humanos en este mundo. Si habla de una
vida sin Dios, se está tratando de un humanismo ateo a diferencia del cristiano
que tiene presente siempre a Dios en su vida.
La base
del humanismo ya estaba presente desde los tiempos de Jesús quien estaba en
contra de la existencia de desigualdad entre las personas, el siempre se dirigía
a todos por igual recordando el amor de Dios por nosotros y la distinción que
tenemos, la dignidad.
El papa
Benedicto XVI en una de sus encíclicas dice: “La Iglesia no tiene soluciones
técnicas que ofrecer y no pretende mezclarse con la política de los Estados”.
Pero, dice que, como enseña la encíclica “Populorum progressio” del papa Pablo
VI: “La Iglesia por medio la caridad cristiana como la fuerza principal, en
todo su ser y obrar, tiende a promover el desarrollo integral del hombre en
todas sus dimensiones y la de los pueblos subdesarrollados para que salgan del
hambre, miseria, enfermedades endémicas y analfabetismo, participen en el
proceso económico internacional y se consoliden en regímenes democráticos que
aseguren la libertad y la paz, porque considera al desarrollo como una vocación
de la vida del hombre”.
El
humanismo cristiano coincidiendo con el humanismo ateo afirma que:
-Cada
persona es única e irrepetible.
-Tenemos
derechos, que radican en la esencia de ser persona
-Somos
seres sociales
-Somos
libres e inteligentes y responsables de nuestros actos
Y a
diferencia de este, afirma que:
-Poseemos
una dimensión espiritual y un alma inmortal
-Somos
hijos de Dios y él conoce todo sobre nosotros
-No
podemos dominar el mal sin la ayuda de Dios
Y ¿Qué es el humanismo?
Movimiento intelectual
desarrollado en Europa durante los siglos XIV al XVI, inspirado en la lengua, literatura y cultura grecolatinas. Formado por un conjunto de
corrientes filosóficas centradas en el estudio del ser humano. Este movimiento
fijó al hombre como el centro del universo frente al teocentrismo, a este
cambio se lo conoció como el antropocentrismo.
Originariamente, con el humanismo, Dios no perdía su
papel predominante, pero se situaba en un plano diferente, y ya no era la
respuesta a todos los problemas.
El humanismo rompió con las tradiciones escolásticas
medievales y exaltó las cualidades humanas, por lo que comenzó a dar sentido
racional a la vida. Desde un punto de vista filosófico el humanismo es una
actitud que hace hincapié en la dignidad y el valor de la persona.
Para las religiones humanistas, como el marxismo, los
males de la sociedad radican en el medio ambiente, es decir, en las
circunstancias políticas y sociales de determinado momento histórico. El
marxista cree que sólo el Estado tiene el poder para cambiar ese medio
ambiente. El Estado tiene que reconstruir el ambiente físico y espiritual del
hombre a fin de cambiar y salvar al hombre. A veces, este ambiente malo incluye personas e instituciones, como la
burguesía, los capitalistas, el clero, los cristianos, las iglesias, las
organizaciones y empresas privadas, etc. Todas ellas tienen que ser- y con
frecuencia lo son- "liquidadas" o destruidas como parte del proceso
de salvación. Al resto hay que "reeducarles", suplantando el
Cristianismo con el nuevo credo.
Esto fue combatido por varios pensadores
especialmente en el Renacimiento (siglo XV) y el siglo XX por:
Juan Pico de la Midandola (1463-1494)
Este
pensador valora la espiritualidad, la libertad y la capacidad de realizarse.
Dice que el hombre es de capacidad limitada y que Dios es el que nos da la
libertad
Santo Tomás Moro (1478-1535)
Establece
la sociedad como la raíz del mal y propone una ideal y democrática. Dice que la
religión es parte de la naturaleza humana y pone al cristianismo como la
religión superior.
Erasmo de Rotterdam (1469-1536)
Defiende
ante todo la dignidad del hombre y quiere una religión fundamentada en las
Sagradas Escrituras, en otras palabras propone lo que él mismo llama sabiduría
cristiana.
Luis Vives (1463-1494)
Propone
una pedagogía en la que hay que cultivar el espíritu y practicar las virtudesm
y quería restaurar los valores del mundo clásico.
Jacques Maritain (1882-1973)
Pertenecía
a una familia burguesa y republicana de izquierdas. Con toda la carga
antleclesial que ello suponía en la Francia de principios de siglo. Llegará a
la fe por la obra de pensadores como Bergson y León Bloy. La vivencia de esa fe
en el marco de la Iglesia Católica y la búsqueda de nuevos caminos a través de
los cuales la Iglesia se haga presente en el mundo serán los objetivos de su
trabajo.
La
distinción de planos
Ante el hecho de un materialismo que ganaba terreno.
Maritain llegará a la conclusión de que es necesario hacer surgir una
"cristiandad nueva" que sitúe a los cristianos y a la Iglesia en una
actitud nueva. Que no debe de ser ni la de la Edad Media (en la que fe e
Iglesia determinaban hasta la cultura), ni la de la ilustración (en la que fe e
Iglesia se enfrentan y distancian de la cultura).
La nueva actitud debe llevar a superar las
anteriores distinguiendo los planos: distinguiendo bien el orden terrenal y el
espiritual surgirá una nueva relación entre ambos basada en el mutuo respeto.
Humanismo
integral.
Maritain llamará al cristianismo "humanismo integral"
porque sólo el cristianismo puede ofrecer una respuesta total a la vida del
hombre. Pero la experiencia histórica le enseña que el cristianismo no puede
imponer al mundo su visión (como pasó en la Edad Media), ya que entonces los
valores terrenos terminan rebelándose (como pasó en la ilustración).
Tendiendo el cristiano en cuenta todas las realidades
humanas pero introduciendo, a la vez, lo moral en esas facetas.
La
actuación de los creyentes.
En este punto Maritain aportó una distinción que
hizo época. Distinguía al que actuaba "en
cristiano", del que actuaba "en
tanto que cristiano". La segunda manera
comprometería a la Iglesia como tal con cada actuación. Pero la primera manera
de actuar, no: y eso dejaba en gran libertad a los laicos dentro de la Iglesia,
con autonomía para organizar el orden de lo temporal.
Enmanuel Mounier (1905-1950)
Era un no-conformista que poseía el sentido
de la historia, un intelectual que se manchaba las manos, y un laico que sólo
pensaba en Dios…
Mounier fundó con un grupo de amigos la
revista "Esprit". Y desde ella
participó en todas las luchas políticas de su tiempo sin llegar a encuadrarse
en ningún partido. Se convirtió en un terrible fustigador del "desorden
establecido": "Lo más pernicioso del régimen capitalista y burgués es
el hacer morir a los hombres, el ahogar en la mayor parte de ellos, por la
miseria o por el ideal pequeño/burgués, la posibilidad y el gusto mismo de ser
personas.
Mounier se lanzó a dar forma intelectual organizada
a su inconformismo. Fllosóficamente, se situará entre el espiritualismo y el
materialismo, pero no como un término medio entre ambos sino como una
alternativa distinta. Su filosofía y su alternativa es el personalismo.
Frente a la dualidad cuerpo-alma del espiritualismo
tradicional, Mounier decía que "el hombre es todo entero cuerpo y todo
entero espíritu".
Frente al materialismo que sobrevalora lo biológico y
1o económlco, Mounier afirmó que "el fin de la alienación económica no es
el fin de toda alienación".
Frente al individualismo burgués y al colectivismo
marxista, Mounier alcanzó su concepción de la persona como superación de ambos
extremos.
Dimensiones
de la persona.
Para Mounier lo contrario a la "persona" es el
"individuo". Y bajo este concepto engloba todas las maneras de vivir
de forma no personal. Las tres dimensiones de la persona son las que distinguen
ambos conceptos, ya que el individuo carece de éstas:-Vocación: es el principio creador cuyo desarrollo (que sería la
educación) va determinando desde el interior a cada uno a ser de la forma
concreta que es, es la orientación de todos los actos de cada uno. Pero sólo
con un esfuerzo de interiorización uno puede ir desvelando, a lo largo de la
vida, este principio unificador.-Encarnación: "La persona en el hombre está sustancialmente
encarnada, mezclada con su carne, aunque trascendiéndola, tan íntimamente como
el vino se mezcla con el agua". Y sólo a través del compromiso se
despierta a la vida auténticamente personal.-Comunión: porque
la persona sólo puede llegar a ser persona en la comunidad: "Una comunidad es una persona nueva que une a
las personas por el corazón". Un individuo, que percibe a los demás
como "algo", no puede constituirse en comunidad, Sólo puede brotar
una auténtica comunidad de la comunión de personas que perciben a los demás
como "alguien", y sólo en comunidad las personas pueden llegar a serlo.Características
de la persona.No
dimensiones, pero sí características de la persona serán: la libertad, ligada
al concepto de responsabilidad, y el sentido de la trascendencia, ligado al
concepto del valor.
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