viernes, 27 de junio de 2014

La fe ante la ciencia y la técnica

A lo largo de la historia ha habido una vinculación muy estrecha entre ciencia y religión, hasta la Edad Media. Tanto una como la otra buscaban profundizar en el conocimiento de las cosas y mejorar la calidad de vida de las personas, pero es en esta época cuando las dos se distancian y comienzan las incomprensiones.


En la Edad Media


La Iglesia católica fue el más poderoso pilar de la sociedad en la época feudal. Tuvo influencias profundas en todos los órdenes de la vida del medioevo.

La autoridad religiosa contaba para asegurar su autoridad, con dos instrumentos: la Excomunión, por la cual podía excluir de su seno a quienes no la obedecieran, y la Inquisición, cuyos tristemente famosos tribunales, realizaban juicios a los sospechosos de herejías que eran condenados a penas crueles, como la muerte en la hoguera.

El predominio cultural del clero (sacerdotes, obispos y cardenales), casi la única clase letrada durante la Edad Media. Los campesinos, por lo agobiador de su trabajo, y los nobles, por su poca preocupación para la vida del espíritu, fueron, en su mayoría, analfabetos. En aquellos años ser laico (no miembro formal de la Iglesia) era estar al margen del saber letrado.

El clero se dividía en secular y regular. El secular estaba conformado por miembros de la Iglesia que vivían mezclados con los laicos: el Papa, los arzobispos, los obispos y los párrocos. Éstos últimos se hallaban al mando de pequeños distritos llamados parroquias. Varias parroquias formaban una diócesis, cuyo jefe era un obispo, y varias diócesis formaban una arquidiócesis, dirigida por un arzobispo; el segundo se organizó en Occidente a partir del siglo VI. A diferencia del clero secular, sus miembros optaron por aislarse del mundo y vivir en monasterios regidos por un abad. Seguían, además unas reglas específicas. En Occidente, el monacato lo inició San Benito de Nursia, quien fundó la orden benedictina. Su regla se basaba en el lema ora et labora, es decir, “reza y trabaja”.

En el siglo XI, el Papa Gregorio VII, realizó una reforma religiosa para fortalecerla, e imponer la autoridad del Papa sobre cualquier otro poder, además de dotar a la iglesia de un cuerpo legal propio, que originó el Derecho Canónico. Esto enfrentó a la autoridad eclesiástica con el Emperador por el poder, en la Querella de las Investiduras, hasta la firma del Concordato de Worms, en el siglo XII, donde se definieron las atribuciones de ambos poderes.

-Características de la Edad Media

  • Educación de tipo dogmática
  • Visión teocéntrica de la vida: Dios es el centro de la cultura y todo pasa por voluntad de Dios
  • El modelo de ser humano que se pretende es el creyente por tanto no cuestiona
  • Presencia de instituciones en contra de la innovaciones tecnológicas, como la santa inquisición.
  • Estancamiento de la actividad cultural
  • Las escuelas eras monásticas y orientadas a la educación basada en la fe, la educación media y superior era dirigida solo a los clérigos.
  • Presencia de instituciones en contra de la innovaciones tecnológicas, como la santa inquisición.
  • Modelo de sociedad aristocrático monárquico que como método de opresión usaban la religión
  • Basado en el sistema económico feudal


En la Edad Moderna


Durante los siglos XV y XVI termina la denominada Edad Media y comienza lo que se conoce como Edad Moderna, una época muy especial en la cual se dio un cambio en la mentalidad cultural y política de la población europea, que luego se expandirá a otros lugares del mundo. Entre estos están:

Nuevas formas de pensamiento: el movimiento filosófico del Humanismo revaloriza el rol del hombre, se ocupa de la “vida terrenal”, dejando de lado la “vida eterna” (centro del pensamiento medieval). Se expresa artísticamente a través del Renacimiento.
Avances de la ciencia basados en la experimentación y la observación, que entran en conflicto con el dogma cristiano. Persecución de la Iglesia a muchos científicos.
Reforma Protestante, cuestiona el dogma cristiano y la institución de la Iglesia. El pensamiento protestante se extiende por Europa generando conflictos políticos, sociales y guerras. La cristiandad queda dividida en diferentes iglesias (católica, protestante, anglicana, calvinista).
La Iglesia responde a estos nuevos pensamientos y cuestionamientos a través de la “contrarreformacatólica, una serie de medidas que, por un lado, buscan reforzar el dogma y la organización eclesiástica, y por otro, perseguir y reprimir a quienes piensen diferente.

-Características de la edad moderna

  • Educación basada en la duda y en el surgimiento de la investigación 
  • Antropocentrismo: el ser humano es el centro de la cultura; es dueño de su vida y de su libertad 
  • El modelo de ser humano que se busca es el pensante, capaz de analizar y comprobar los fenómenos 
  • Reconstrucción cultural, surgimiento de la artes y de las ciencias 
  • Innovaciones y creaciones de tecnológicas como la brújula, el astrolabio, el postularios, embarcaciones, armas, etc. Que propiciaron los avances científicos 
  • Surgimiento de un nuevo sistema económico: acumulación de capital 
  • Resurgimiento de un sistema de gobierno republicano, basado en las libertades y desarrollo de las potencialidades individuales.
  • Surgimiento de las escuelas laicas, acceso a la educación no solo a clérigos si no a ciudadanos comunes. 

En la Actualidad


La ciencia y la religión son dos de las grandes visiones del mundo, las cuales se pueden ver desde tres enfoques diferentes


Enfoque histórico 

Tanto la religión como la ciencia son fenómenos culturales que han estado presentes a lo largo de la historia desde la más remota antigüedad. Un interés especial tiene la relación entre el cristianismo y la ciencia, ya que la ciencia moderna nace precisamente en el occidente cristiano. 
 
Esta relación comienza con los primeros autores cristianos del siglo III y se continúa a lo largo del tiempo hasta nuestros días. A veces se simplifican y se presentan conclusiones erróneas sobre esta relación al no tenerse en cuenta cómo ha discurrido a lo largo de la historia. El enfoque histórico es, por lo tanto, imprescindible para llegar a una visión correcta del problema.


Enfoque epistemológico 

La religión y la ciencia constituyen formas de acercamiento a la realidad, es decir, formas de conocimiento con distintas peculiaridades. Es, por lo tanto, importante estudiar la distinta naturaleza de cada una de ellas y la relación que puede establecerse entre el conocimiento científico y el conocimiento religioso. Esta reflexión pertenece al campo de la filosofía. 

La reflexión filosófica y en concreto la epistemológica es imprescindible para establecer las relaciones entre ciencia y religión como formas de conocimiento. Fe y experiencia religiosa forman el fundamento del conocimiento religioso que se formaliza en la teología, mientras el conocimiento científico está formado por un marco formal de leyes y teorías, relacionadas con una base empírica de experimentos y observaciones. Establecer claramente la naturaleza y los límites de estos dos tipos de conocimiento es fundamental para poder establecer correctamente la relación entre ambos. 


Enfoque sociológico 

La religión y la ciencia son además fenómenos sociales. Su aspecto sociológico es, por lo tanto, muy importante para conocer las relaciones entre ellas. Este aspecto es menos conocido y pocas veces se tiene en cuenta. Ciencia y religión forman dos sistemas sociales complejos que agrupan experiencias individuales y colectivas y que tienen sus normas y patrones de comportamientos que resultan en la formación de comunidades con un tipo de estructura y lenguaje propio. 
 
Ambas comunidades interaccionan con la sociedad general en claves que pueden ser de aceptación, rechazo, prestigio e influencia con las consecuentes interacciones entre ellas. La afirmación de posiciones de influencia social ha resultado, a veces, en confrontaciones entre ellas. La incidencia normativa de la religión en los comportamientos, que desemboca en propuestas éticas, interacciona con la práctica de la ciencia, que no puede ser ajena a los problemas éticos que en ella pueden surgir. La preocupación cada vez mayor de la sociedad por los problemas éticos relacionados con la ciencia abre hoy nuevos campos de relación de esta con el pensamiento religioso. 


Ciencia y religión ¿compatibles o incompatibles? 

 
Se las considera como dos visiones contrapuestas del mundo, que no pueden menos que chocar siempre entre sí. No solo esto, sino que cada una de ellas niega la validez de la otra. Hoy, además, se mantiene que solo la visión de la ciencia puede ser la verdadera, con lo que la visión religiosa tiene que ir poco a poco desapareciendo. Desde este punto de vista, el avance de la ciencia implica siempre un retroceso de la religión. Para apoyar esta posición se hace a menudo una interpretación sesgada de la historia y se traen siempre los mismos casos de Galileo y Darwin. 
 
Aunque se hace retroceder esta posición hasta los orígenes de la ciencia moderna, indicando con ello que la ciencia misma no puede más que estar en conflicto con la religión, en realidad empieza en el siglo XIX, aunque se pueden encontrar algunas raíces en el XVIII. Dos libros publicados por John W. Draper y Andrew D. White a finales del siglo XIX contribuyeron de una manera especial a extender esta postura. 

Draper, sobre todo, dedica sus ataques más furiosos contra la Iglesia católica de la que dice que el cristianismo católico y la ciencia son absolutamente incompatibles. Estos dos libros han pasado a representar la postura que mantiene la incompatibilidad y el conflicto inevitable entre ciencia y religión. 

Después de la segunda guerra mundial se da un cambio en estas posturas. Por un lado, se empieza a dar un abandono de la euforia cientificista que había favorecido la idea de la incompatibilidad y el conflicto inevitable entre la ciencia y la religión. De la admiración sin límite de la ciencia se fue pasando a una mirada más crítica y aun a un cierto recelo, causado por el peligro a algunas de sus consecuencias. 
 
Por otro lado, los nuevos estudios históricos han mostrado que muchos de los argumentos usados por Draper y White no tienen una seria base histórica. Las relaciones entre la ciencia y la religión a lo largo de la historia han sido complejas y no se pueden reducir a las de su absoluta incompatibilidad y continuo conflicto. 
Numerosos estudios de tipo histórico en los últimos años, que tocan temas tan delicados como las épocas de Galileo y Darwin, han demostrado bastante claramente que ni solo el necesario conflicto ni la continua armonía reflejan las complejas relaciones entre ciencia y religión. Se trata de dos visiones autónomas del mundo entre las que debe establecerse un fructuoso diálogo y que pueden considerarse como complementarias.


Conclusión
La ciencia y la religión desde tiempos antiguos han influido en la vida de las personas hasta la actualidad en estilo de pensar, actuar y de vivir, la mayoría de las veces terminan en conflicto una con otra y a veces por errores que en esos momentos no pudieron ver; sin embargo se relacionan entre sí de una manera no muy directa, en varios momentos aprenden una cosa u otra entre ellas.





Bibliografía




viernes, 6 de junio de 2014

El Humanismo de inspiración cristiana

El humanismo de inspiración cristiana



Nos preguntamos ¿qué es y en qué consiste el humanismo cristiano? El humanismo, en general, es una doctrina y una actitud cultural, de origen grecolatino y renacentista, que reivindica la dignidad, los derechos, las libertades, el desarrollo y el progreso de los seres humanos en este mundo. Si habla de una vida sin Dios, se está tratando de un humanismo ateo a diferencia del cristiano que tiene presente siempre a Dios en su vida.

La base del humanismo ya estaba presente desde los tiempos de Jesús quien estaba en contra de la existencia de desigualdad entre las personas, el siempre se dirigía a todos por igual recordando el amor de Dios por nosotros y la distinción que tenemos, la dignidad.

El papa Benedicto XVI en una de sus encíclicas dice: “La Iglesia no tiene soluciones técnicas que ofrecer y no pretende mezclarse con la política de los Estados”. Pero, dice que, como enseña la encíclica “Populorum progressio” del papa Pablo VI: “La Iglesia por medio la caridad cristiana como la fuerza principal, en todo su ser y obrar, tiende a promover el desarrollo integral del hombre en todas sus dimensiones y la de los pueblos subdesarrollados para que salgan del hambre, miseria, enfermedades endémicas y analfabetismo, participen en el proceso económico internacional y se consoliden en regímenes democráticos que aseguren la libertad y la paz, porque considera al desarrollo como una vocación de la vida del hombre”.


El humanismo cristiano coincidiendo con el humanismo ateo afirma que:

-Cada persona es única e irrepetible.
-Tenemos derechos, que radican en la esencia de ser persona
-Somos seres sociales
-Somos libres e inteligentes y responsables de nuestros actos


Y a diferencia de este, afirma que:

-Poseemos una dimensión espiritual y un alma inmortal
-Somos hijos de Dios y él conoce todo sobre nosotros
-No podemos dominar el mal sin la ayuda de Dios


Y ¿Qué es el humanismo?
Movimiento intelectual desarrollado en Europa durante los siglos XIV al XVI, inspirado en la lengua, literatura y cultura grecolatinas. Formado por un conjunto de corrientes filosóficas centradas en el estudio del ser humano. Este movimiento fijó al hombre como el centro del universo frente al teocentrismo, a este cambio se lo conoció como el antropocentrismo.

Originariamente, con el humanismo, Dios no perdía su papel predominante, pero se situaba en un plano diferente, y ya no era la respuesta a todos los problemas.
El humanismo rompió con las tradiciones escolásticas medievales y exaltó las cualidades humanas, por lo que comenzó a dar sentido racional a la vida. Desde un punto de vista filosófico el humanismo es una actitud que hace hincapié en la dignidad y el valor de la persona.

Para las religiones humanistas, como el marxismo, los males de la sociedad radican en el medio ambiente, es decir, en las circunstancias políticas y sociales de determinado momento histórico. El marxista cree que sólo el Estado tiene el poder para cambiar ese medio ambiente. El Estado tiene que reconstruir el ambiente físico y espiritual del hombre a fin de cambiar y salvar al hombre. A veces, este ambiente malo incluye personas e instituciones, como la burguesía, los capitalistas, el clero, los cristianos, las iglesias, las organizaciones y empresas privadas, etc. Todas ellas tienen que ser- y con frecuencia lo son- "liquidadas" o destruidas como parte del proceso de salvación. Al resto hay que "reeducarles", suplantando el Cristianismo con el nuevo credo.


Esto fue combatido por varios pensadores especialmente en el Renacimiento (siglo XV) y el siglo XX por:


Juan Pico de la Midandola (1463-1494)

Este pensador valora la espiritualidad, la libertad y la capacidad de realizarse. Dice que el hombre es de capacidad limitada y que Dios es el que nos da la libertad


Santo Tomás Moro (1478-1535)

Establece la sociedad como la raíz del mal y propone una ideal y democrática. Dice que la religión es parte de la naturaleza humana y pone al cristianismo como la religión superior.


Erasmo de Rotterdam (1469-1536)

Defiende ante todo la dignidad del hombre y quiere una religión fundamentada en las Sagradas Escrituras, en otras palabras propone lo que él mismo llama sabiduría cristiana.


Luis Vives (1463-1494)

Propone una pedagogía en la que hay que cultivar el espíritu y practicar las virtudesm y quería restaurar los valores del mundo clásico.


 Jacques Maritain (1882-1973)




Pertenecía a una familia burguesa y republicana de izquierdas. Con toda la carga antleclesial que ello suponía en la Francia de principios de siglo. Llegará a la fe por la obra de pensadores como Bergson y León Bloy. La vivencia de esa fe en el marco de la Iglesia Católica y la búsqueda de nuevos caminos a través de los cuales la Iglesia se haga presente en el mundo serán los objetivos de su trabajo.

 

La distinción de planos

Ante el hecho de un materialismo que ganaba terreno. Maritain llegará a la conclusión de que es necesario hacer surgir una "cristiandad nueva" que sitúe a los cristianos y a la Iglesia en una actitud nueva. Que no debe de ser ni la de la Edad Media (en la que fe e Iglesia determinaban hasta la cultura), ni la de la ilustración (en la que fe e Iglesia se enfrentan y distancian de la cultura).
La nueva actitud debe llevar a superar las anteriores distinguiendo los planos: distinguiendo bien el orden terrenal y el espiritual surgirá una nueva relación entre ambos basada en el mutuo respeto.

Humanismo integral.

Maritain llamará al cristianismo "humanismo integral" porque sólo el cristianismo puede ofrecer una respuesta total a la vida del hombre. Pero la experiencia histórica le enseña que el cristianismo no puede imponer al mundo su visión (como pasó en la Edad Media), ya que entonces los valores terrenos terminan rebelándose (como pasó en la ilustración).
Tendiendo el cristiano en cuenta todas las realidades humanas pero introduciendo, a la vez, lo moral en esas facetas.

La actuación de los creyentes.

En este punto Maritain aportó una distinción que hizo época. Distinguía al que actuaba "en cristiano", del que actuaba "en tanto que cristiano". La segunda manera comprometería a la Iglesia como tal con cada actuación. Pero la primera manera de actuar, no: y eso dejaba en gran libertad a los laicos dentro de la Iglesia, con autonomía para organizar el orden de lo temporal.

Enmanuel Mounier (1905-1950)





Era un no-conformista que poseía el sentido de la historia, un intelectual que se manchaba las manos, y un laico que sólo pensaba en Dios… 
Mounier fundó con un grupo de amigos la revista "Esprit". Y desde ella participó en todas las luchas políticas de su tiempo sin llegar a encuadrarse en ningún partido. Se convirtió en un terrible fustigador del "desorden establecido": "Lo más pernicioso del régimen capitalista y burgués es el hacer morir a los hombres, el ahogar en la mayor parte de ellos, por la miseria o por el ideal pequeño/burgués, la posibilidad y el gusto mismo de ser personas.
Mounier se lanzó a dar forma intelectual organizada a su inconformismo. Fllosóficamente, se situará entre el espiritualismo y el materialismo, pero no como un término medio entre ambos sino como una alternativa distinta. Su filosofía y su alternativa es el personalismo.
Frente a la dualidad cuerpo-alma del espiritualismo tradicional, Mounier decía que "el hombre es todo entero cuerpo y todo entero espíritu".
Frente al materialismo que sobrevalora lo biológico y 1o económlco, Mounier afirmó que "el fin de la alienación económica no es el fin de toda alienación".
Frente al individualismo burgués y al colectivismo marxista, Mounier alcanzó su concepción de la persona como superación de ambos extremos.

 

Dimensiones de la persona.
Para Mounier lo contrario a la "persona" es el "individuo". Y bajo este concepto engloba todas las maneras de vivir de forma no personal. Las tres dimensiones de la persona son las que distinguen ambos conceptos, ya que el individuo carece de éstas:-Vocación: es el principio creador cuyo desarrollo (que sería la educación) va determinando desde el interior a cada uno a ser de la forma concreta que es, es la orientación de todos los actos de cada uno. Pero sólo con un esfuerzo de interiorización uno puede ir desvelando, a lo largo de la vida, este principio unificador.-Encarnación: "La persona en el hombre está sustancialmente encarnada, mezclada con su carne, aunque trascendiéndola, tan íntimamente como el vino se mezcla con el agua". Y sólo a través del compromiso se despierta a la vida auténticamente personal.-Comunión: porque la persona sólo puede llegar a ser persona en la comunidad: "Una comunidad es una persona nueva que une a las personas por el corazón". Un individuo, que percibe a los demás como "algo", no puede constituirse en comunidad, Sólo puede brotar una auténtica comunidad de la comunión de personas que perciben a los demás como "alguien", y sólo en comunidad las personas pueden llegar a serlo.Características de la persona.No dimensiones, pero sí características de la persona serán: la libertad, ligada al concepto de responsabilidad, y el sentido de la trascendencia, ligado al concepto del valor.

 


 http://boj.pntic.mec.es/aprf0002/hmo_xno/hc_06b.htmhttp://boj.pntic.mec.es/aprf0002/hmo_xno/hc_06a.htm


viernes, 16 de mayo de 2014

La misa

La Santa Misa








      

El misterio de fe “Nuestro Salvador, en la última cena, la noche que lo traicionaban, instituyó el sacrificio eucarístico de su cuerpo y sangre, con lo cual iba a perpetuar por los siglos, hasta su vuelta, el sacrificio de la cruz y a confiar a su esposa, la iglesia, el memorial de su muerte y resurrección: sacramento de piedad; vínculo de caridad; banquete pascual, en el cual se come a Cristo, el alma se llena de gracia y se nos da una prenda de gloria venidera”

Etimología (proveniencia de la palabra)

Palabra que proviene del verbo latino "missa"que es el participio pasivo del verbo «mittere», que significa enviar o despedir. La palabra «misa» se convirtió con el tiempo en el nombre dado a la celebración que en los primeros tiempos se había llamado «fracción del pan», «cena del Señor», y que ahora llamamos «eucaristía». Los orientales la llaman más bien «liturgia». 

El término probablemente tiene su origen en que después de la liturgia de la Palabra se hacía la despedida de los catecúmenos (gente que ya poseen conciencia y están dispuestos a bautizarse) («missa catecumenorum») y al final, la despedida de los fieles («ite, missa est»). Pero a partir del siglo IV (tiempo de Constantino) poco a poco se llamo «misa», no a la despedida, sino a todo lo que le precedía («misa de los catecúmenos») y a partir del siglo IV se empezó a llamar «misa» a toda la celebración. 



Historia de la misa

Antes de morir, Jesucristo celebró la Última Cena con sus apóstoles. Después de su pasión, muerte y resurrección, los apóstoles y discípulos de Cristo continuaron celebrando
esta cena pascual en obediencia al mandato del Señor: “Hagan esto en memoria mía”. Los primeros cristianos se referían a esta celebración como la “Cena del Señor” o la “Fracción del pan”.
Los primeros siglos fueron tiempo de persecución del cristianismo, con cortos períodos de relativa paz. Por esta razón la Iglesia se vio obligada a mantener sus celebraciones en privado, de tipo doméstico y no oficial. Paulatinamente el cristianismo fue creciendo y se hizo presente en todos los rincones del Imperio Romano.
En el año 313 el emperador romano Constantino promulgó el edicto de Milán, en el cual la Iglesia recibía la libertad de culto en el imperio romano. Para el año 380 el cristianismo fue reconocido como la religión oficial del imperio.


De la edad media al siglo xvi

Nos referimos al tiempo del cuarto siglo a la Edad Media como la antigüedad o también como la era patrística, es decir, el tiempo de los Padres de la Iglesia. Podemos afirmar que este período se extiende hasta la caída del Imperio Romano de Occidente en el año 476 D.C en este período nace la cultura monástica de occidente y con ella también las "scriptoria". Se trata del nombre en latín de los talleres monásticos donde se escribían los libros, incluyendo los libros litúrgicos utilizados para la celebración de los diferentes sacramentos, principalmente la Misa.

En la alta Edad Media, es decir, del siglo décimo hasta el renacimiento (siglo dieciséis), se realizó una transición de libros litúrgicos a la par que había cambios en la forma de celebrar la Misa. Algunos de los ministerios que realizaban otros ministros fueron asignados al celebrante; se pusieron en uso la multiplicación de las Misas y las Misas privadas en las cuales el celebrante, puesto que celebraba solo, debía realizar todos los ministerios. Además el pueblo ya no hablaba latín, por lo tanto no podía participar en la Misa ni entenderla. Por esa razón ya no hubo ministros laicos que ayudaran en la celebración, ni diáconos permanentes, ni coro. Fue necesario incluir en un solo libro todos los elementos de la misa: el Leccionario, el Evangeliario (las lecturas) y las partes cantadas, a veces con notas musicales, en lo que antes era el Sacramentario. De esta manera nació el Misal.

El desarrollo del Misal vine a ser la máxima expresión de la celebración de la Eucaristía en el medievo tardío. La celebración de la Misa se convirtió en un asunto exclusivo del sacerdote. Los laicos ya no comulgaban, en lugar de la comunión sacramental se desarrolló la comunión espiritual a través de una gran devoción de adoración al Santísimo Sacramento. De allí nacieron las grandes procesiones en los jueves de Corpus, es decir, en la solemnidad del Cuerpo y la Sangre de Cristo.


Del Concilio de Trento al Concilio Vaticano II

A principios del siglo dieciséis, Martín Lutero dio inicio a la reforma protestante con la denuncia de lo que él percibió como abusos en la Iglesia, La Iglesia católica se vio en la necesidad de responder y A esta reacción se le conoce como la contra-reforma que dio origen a El Concilio de Trento, iniciado en 1545,Hubo tres resultados concretos en la reforma de carácter litúrgico de este concilio: la renovación del Breviario Romano o Liturgia de las Horas, promulgado en 1568, el libro que rige las diferentes oraciones de la Iglesia y las 20 horas de oración durante el día; la institución de la Sagrada Congregación de los Ritos en 1588; y el Misal Romano de Pío V que se dio en 1570 que rigiría en la Misa de la Iglesia Católica del rito latino conocida como la Misa tridentina. Esta institución estaba destinada a regir la vida litúrgica de la Iglesia y sería la precursora de lo que, después
del Concilio Vaticano II, conocemos como Congregación para la Liturgia y la Disciplina de los Sacramentos y la promulgación del Misal de Pablo VI en 1970, como resultado de las reformas litúrgicas del Concilio Vaticano II. El Misal Romano de Trento, tuvo varias revisiones. La última de ellas fue la que hizo el Papa Juan XXIII en 1962, y que resultó en el actual Misal utilizado para la celebración en la forma extraordinaria, es decir, la Misa tridentina en latín.


El Concilio Vaticano II

Después de la muerte del Papa Pío XII en 1958, el nuevo papa, Juan XXIII, convocó el Concilio Vaticano II a pocos meses de su elección, el 23 de enero de 1959. Juan XXIII
por su edad avanzada murió poco después de iniciado el Concilio. La responsabilidad de continuar y concluir el Concilio caería sobre los hombros de Pablo VI. Una de las
tareas de este Concilio era la de actualizar a la Iglesia ante la realidad del mundo moderno. De entre todos los asuntos pastorales que debía tratar el Concilio, la liturgia fue el primero.

Después de la promulgación de la Constitución sobre la Sagrada Liturgia se formó un grupo, "Consilium", encargado de preparar la puesta en marcha de los cambios a la liturgia dictados por la Constitución: la renovación de los ritos de los sacramentos, la preparación de un nuevo Leccionario y la renovación de la Liturgia de las Horas. Todos estos documentos tuvieron que ser preparados en latín para luego ser traducidos a las lenguas vernáculas. Los cambios en la celebración de la Eucaristía sería una de las tareas más importantes y urgentes del Consilium. Fue necesario hacer un nuevo Misal Romano que refl ejara la renovación litúrgica del Concilio Vaticano II. 




Partes de la misa


I. Ritos Iniciales.
Procesión de entrada.-Llegamos al templo y nos disponemos para celebrar el misterio más grande de nuestra fe. Acompañamos la procesión de entrada cantando con alegría. 


Saludo.-

Cuando llega, el sacerdote besa el altar. Terminando el canto de entrada, el sacerdote y la asamblea hacen la señal de la cruz . A continuación el sacerdote, por medio del saludo, manifiesta a la asamblea reunida la presencia del Señor.

Terminado el saludo, el sacerdote o el monitor puede hacer a los fieles una brevísima introducción sobre la misa del día.


Acto Penitencial.-

La Iglesia que es santa y, a la vez, comunidad de pecadores es consciente de que sus miembros necesitan convertirse continuamente para obtener el perdón divino y participar dignamente en los sagrados misterios. El Rito Penitencial es una expresión concreta de esta realidad por parte del ministro y de los fieles, que reconocen humildemente sus pecados, se arrepienten de ellos e imploran la misericordia de Dios para participar con fruto de los sagrados misterios. Y para recibir ese perdón, pedimos también «a Santa María, siempre Virgen, a los ángeles, a los santos y a vosotros, hermanos», que intercedan por nosotros, mas estos tipos de oraciones no nos absuelven de todos los pecados con la eficacia "ex opere operato" (del trabajo que se realiza" propiamente del sacramento de la penitencia. Tiene más bien un sentido de petición, de tal modo que, por la mediación suplicante de la Iglesia y por los actos personales de quienes asisten a la Eucaristía, perdona los pecados leves de cada día, guardando así a los fieles de caer en culpas más graves. El perdón de los pecados graves, también llamados mortales, se reserva al sacramento de la penitencia.

El germen del acto penitencial al principio de la Misa se encuentra en los antiguos libros litúrgicos. Que muy pronto se expresó con la postración del sacerdote al pie del altar, como actualmente sucede en la celebración de la Pasión del Señor del Viernes Santo. 
Alrededor del siglo X aparece este rito incluido en los misales y consistía en la recitación por parte del sacerdote de algunas oraciones destinadas a manifestar sus sentimientos de indignidad como ministro del Santo Sacrificio. Sólo en el Misal de Pablo VI este rito se extiende a toda la comunidad, pues hasta entonces era sólo el sacerdote quien lo realizaba.
En los domingos, especialmente en tiempo pascual, el acto penitencial puede adoptar la forma de la aspersión con el agua bendita. Tiene el sentido de recordarnos nuestro bautismo y nos invita a una continua purificación como lo exige la vivencia de este sacramento.

Gloria.-

Este es un antiquísimo y venerable himno con que la iglesia, congregada en el Espíritu Santo, glorifica a Dios Padre y al Cordero , y le presenta sus súplicas. Si no se canta, al menos lo han de recitar todos, o juntos o alternadamente.


Oración Colecta.-

Es una oración presidencial que recoge, sintetiza y reúne los sentimientos e intenciones que en silencio ha rezado la Asamblea para dar el sentido de la celebración del día. Esta a su vez está compuesta por tres principales partes:

Invocación o motivo
“Señor, que en este admirable Sacramento nos dejaste el memorial de tu pasión…
Petición
…concédenos venerar de tal manera los sagrados misterios de tu Cuerpo y de tu Sangre….
Finalidad
…para que podamos experimentar siempre en nosotros los frutos de tu redención”



II. Liturgia de la Palabra
Primera Lectura.-
En el Antiguo Testamento, Dios nos habla a través de la historia del pueblo de Israel y de sus profetas.

Salmo.-
Se canta a continuación de la primera lectura; es la primera respuesta de la asamblea creyente a la Palabra de Dios.El salmo es una respuesta orante, con textos inspirados por Dios mismo.

Segunda Lectura.-
Se toma del Nuevo Testamento, ya sea de los Hechos de los Apóstoles o de las cartas que escribieron los primeros apóstoles. Esta segunda lectura nos sirve para conocer cómo vivían los primeros cristianos y cómo explicaban a los demás las enseñanzas de Jesús. Esto nos ayuda a conocer y entender mejor lo que Jésus nos enseñó. También nos ayuda a entender muchas tradiciones de la Iglesia. Después de la segunda lectura se canta el Aleluya, que es un canto alegre que recuerda la Resurrección u otro canto según las exigencias del tiempo litúrgico.

Evangelio.-
Se toma de alguno de los cuatro Evangelios de acuerdo al cíclo litúrgico y narra una pequeña parte de la vida o las enseñanzas de Jesús. Es aquí donde podemos conocer cómo era Jesús, qué sentía, qué hacía, cómo enseñaba, qué nos quiere transmitir. Esta lectura la hace el sacerdote o el diácono.

Homilía.-
La Homilía como parte de la Liturgia, es ocasión privilegiada para exponer el misterio de Cristo en el aquí y ahora de la comunidad, partiendo de los textos sagrados, relacionándolos a la vida concreta. Su preparación debe ser esmerada y su duración proporcionada a las otras partes de la celebración

Credo.-
El Credo, profesión de la fe de la Iglesia, es una respuesta a la Palabra de Dios. Tiene un valor de tradición que expresa la unidad de la Iglesia en la misma fe.

El Credo debe ser dicho por el sacerdote junto con el pueblo los domingos y las solemnidades. Si el Credo se canta, de ordinario será cantado por todos.

El Misal nos propone rezar el Credo Niceno Constantinopolitano o el Simbolo de los Apóstoles.

Oración Universal.-
Es una oración hecha por la Asamblea de los fieles. Una oración que tiene como objetivo las grandes necesidades de la Iglesia y del Mundo, de allí su nombre de “Universal”. Una oración que tiene por finalidad la súplica o petición.
La comunidad cristiana reunida, ejerciendo de modo relevante su sacerdocio bautismal, pide a Dios que la Salvación que se acaba de proclamar se haga realidad:
-En la Iglesia
-En el mundo
-Entre los que sufren
-En la misma Asamblea Celebrante

III. Liturgia de la Eucaristía

Concluida la Liturgia de la Palabra (primer gran encuentro con el Señor) sigue la Liturgia de la Eucaristía. Es el momento en que la Palabra se hace Carne en nosotros. Esta a su vez se divide en:

Presentación de Dones: (Tomo pan y vino)

Corresponde al gesto tan simple del Señor de tomar el pan y de preparar la copa de vino.

El pan y el vino son dones que sintetizan nuestra condición humana, nuestro dolor, nuestra alegría, nuestra vida. Mientras cantamos:

El sacerdote presenta a Dios el pan y el vino a través de una oración.
El sacerdote vierte un poco de vino en el cáliz y agrega unas gotas de agua, realiza una oración y presenta el vino.
Se inclina ante el altar y dice una oración de súplica.
En las solemnidades inciensa las ofrendas, al que preside la celebración y al pueblo.
Purificacion:
Ese rito expresa el deseo de purificación interior.
El sacerdote se lava las manos después de tocar las ofrendas o utilizar el incensario con un pequeño jarro de agua que tiene el acólito, simboliza el deseo espontáneo de purificarse el corazón antes de tocar las cosas sagradas, santas.
Mientras se lava las manos el sacerdote ora en silencio: “Límpiame Señor de mi iniquidad y lávame de mi pecado”. Es decir, que hace un acto de contrición y se prepara para celebrar más dignamente el Santo Sacrificio de la Misa.

Orad hermanos:

A continuación, dirigiéndose a todos los fieles les dice unas palabras que son como el compendio de la Misa: Orad hermanos para que este sacrificio, mío y vuestro, sea agradable a Dios, Padre todopoderoso. Contestando todos: El Señor reciba de tus manos este sacrificio, para alabanza y gloria de su nombre, para nuestro bien y el de toda su santa Iglesia
Oracion sobre las ofrendas:

Es una oración que se recita en voz alta, con las manos extendidas, y que cierra y condensa el sentido de esta primera parte de presentación de los dones

Esta oración prepara a la Asamblea para su participación en la gran oración eucarística.

La Iglesia ruega para que, unidos a la entrega de Cristo, los fieles ofrezcan su existencia entera a Dios Padre.


Plegaria Eucarística:(Dio gracias…)

Es una plegaria de acción de gracias y santificación momento en que la celebración está a punto de culminar.

El sacerdote invita a los fieles a levantar el corazón hacia Dios y a darle gracias a través de la oración que él, en nombre de toda la comunidad, va a dirigir al Padre por medio de Jesucristo.

Prefacio-Santo:

—La Plegaria Eucarística se inicia con el Prefacio, que es un canto de acción de gracias a Dios, por todos sus beneficios.

Epiclesis:

La epíclesis es una oración especial de invocación al Espíritu Santo y va acompañado del gesto epiclético, la imposición de las manos sobre las ofrendas. donde la Iglesia implora el poder divino para que los dones ofrecidos por los hombres queden consagrados y se conviertan en el Cuerpo y la Sangre de Cristo.

Narración de la Institución:

•Es el centro de la Plegaria Eucarística lo ocupa la narración de la Institución y la Consagración.
•Este es el momento de mayor recogimiento en el que el sacerdote recitando las palabras de Jesús en la Última Cena, convierte el pan y el vino en el Cuerpo y la Sangre del Señor.
•“Este es mi Cuerpo” “Esta es mi Sangre” y muestra a la adoración de la Asamblea el Pan y el Vino convertidos en el Cuerpo y Sangre de Cristo.
Aclamaciones

Después de la Consagración, el sacerdote dice una oración de aclamación que todos completamos.
  • ¡Este es el misterio de nuestra fe! y se responde: "Anunciamos tu muerte, proclamamos tu resurreción, Ven Señor Jesús."
  •  (¡Aclamen el misterio de la Redención! Cada vez que comemos de este pan y bebemos de este caliz, anunciamos tu muerte, Señor, hasta que vuelvas.)
  • (¡Cristo se entregó por nosotros! Por tu cruz y tu resurrección, nos has salvado, Señor.)
Anámnesis (conmemoración):
Se recuerda la Pasión, Muerte, Resurrección y Ascensión de Cristo, no como una evocación fría de hechos pasados, sino como memorial viviente, realizado en el aquí y ahora. La Eucaristía, hace presente de nuevo, la fuerza salvadora de Cristo.

Epíclesis de Comunión, donde imploramos de nuevo la presencia del Espíritu Santo, con el deseo de que la Víctima sea agradable al Padre y los fieles se ofrezcan también a sí mismos.
A continuación el sacerdote, con los brazos abiertos, sigue dirigiéndose a Dios Padre pidiéndole por nuestras necesidades. Pide por la Iglesia y por todos sus miembros, tanto vivos como difuntos; pide por la paz y la unidad; etc.

Doxologia:
Es la finalización de la Plegaria Eucarística, con un breve himno de glorificación:

Por Cristo, con Él y en Él a ti Dios Padre omnipotente, en la unidad del Espíritu Santo todo honor y toda gloria por los siglos de los siglos.


Rito de Comunión
Padre Nuestro
Todos juntos, el sacerdote y la Asamblea, recitan esta oración que Cristo nos enseñó. Es la mejor manera de prepararse para recibir la Sagrada Comunión.
Rito de la paz
Ese gesto puede ser: darse la mano, inclinar la cabeza o un abrazo. Es un gesto de comunión, no de felicitación.

Debe ser un gesto verdadero. No hay ninguna fórmula. La paz que se desea ha de entenderse en el sentido bíblico-teológico: compendio de todo bien, fruto del Espíritu Santo que lleva a los fieles al amor a Dios y a los hermanos.



Fracción del Pan—El sacerdote toma el pan consagrado, lo parte sobre la patena y deja caer una parte del mismo en el cáliz, diciendo en secreto: El Cuerpo y la Sangre de Nuestro Señor Jesucristo, unidos en este cáliz, sean para nosotros alimentos de vida eterna.

Cordero de Dios
El sacerdote hace una genuflexión , toma el pan consagrado y sosteniéndolo sobre la patena, lo muestra al pueblo diciendo: Este es el Cordero de Dios que quita el pecado del mundo. Dichosos los invitados a la cena del Señor.
A Jesús se le llama Cordero a semejanza de los corderos que se sacrificaban en el Templo, sacrificándose como “Cordero de Dios” que quita el pecado del mundo.
Antes de comulgar decimos el “Señor no soy digno de que entres en mi casa, mas una palabra tuya bastará para sanarme” usando las palabras del centurión de Cafarnaún cuando se reconocía indigno de recibir a Jesús en su casa.


Comunión
El sacerdote comulga y, a continuación, lo hacen aquellos fieles -es decir, sólo pueden comulgar los fieles bautizados- que se saben con las debidas disposiciones. Se han examinado y han reconocido que están en gracia de Dios (que no tienen ningún pecado mortal sin confesar).

Silencio
Después de comulgar seguimos rezando y cantando ya que estamos en comunión.
El rito de comunión concluye con la llamada Oración después de la Comunión, tercera oración presidencial, esta oración dirigida al Padre y se pide que el alimento recibido dé el fruto esperado.
Cuando el Santísimo es reservado nos sentamos y se nos ofrecen unos instantes de adoración profunda en silencio.

Sugerencias pastorales:
—Orar con el Padre Nuestro, de manera pausada, con gestos importantes como tomarse de la mano o rodeando el altar
—No poner demasiado énfasis a pasar la mano en el momento de la paz, buscar otros signos, rezar por la paz en el mundo
—Crear un clima de recogimiento para el momento de la comunión



IV. Bendición y Envío


Bendicion:
  • El sacerdote saluda del modo litúrgico acostumbrado y luego bendice a la Asamblea congregada con una bendición simple que invoca a la Trinidad.
  • La bendición también puede ser solemne y se imparte con las manos extendidas y los fieles la reciben con la cabeza inclinada respondiendo amén a cada invocación.

La Mision:
•Finalmente el padre o el diácono despide a todos con el “Podemos ir en paz”, esto es un mero permiso para retirarnos. Es un envío semejante al de Jesús con sus discípulos, se puede traducir: "vayan llevando la paz que han obtenido en la celebración".
Esquema




Bibliografía.-

-Etimología
http://www.liturgiasalta.com.ar/vocabulario_misa.pdf


-Historia

-Partes